Orígenes
El olivo es una constante en la cultura mediterránea. Venerado, cultivado y expandido desde la más remota antigüedad por toda la cuenca del Mare Nostrum, egipcios, hebreos, fenicios, cretenses y griegos lo consideraban como árbol sagrado y símbolo de sabiduría, de la paz y de la gloria, identificándolo con la vida y con la eternidad debido a su extraordinaria longevidad.
Cuenta la mitología que Palas Atenea creó el olivo para regalárselo a la ciudad de Atenas, y gracias a este árbol la declararon su diosa protectora. El consejo de los dioses premió a Atenea. Su obsequio, frente al caballo que ofrecía su contrincante (Poseidón) era un árbol capaz de ser luz en la noche, bálsamo para las heridas y alimento que daba salud y energía. Inspirada en esta historia y en la lucidez de Palas Atenea, nace La Cultivada, con la pequeña lechuza de ojos brillantes, compañera de la diosa y emblema central de un nuevo estado de conocimiento.
¡Bienvenidos al futuro Cultivado!

Una filosofía de producción y de consumo
que privilegia la calidad y el origen.

Valores Cultivados
Una ética de producción y de consumo, que privilegia la calidad y el origen del alimento.
Una olivicultura cuidadosa con la defensa del medio ambiente y del paisaje integrado por las personas que laboran la tierra.
Un aceite de autor distinto al producto anónimo y homologado que domina el mercado del virgen extra.
Un virgen extra organolépticamente notable, que refleja el valor de las diferencias varietales, y que está vinculado al territorio de proveniencia.
Unos parámetros de calidad del AOVE que no están sólo ligados a resultados analíticos. El campo sin agricultores es triste.
Una comunicación comprometida con la reconstrucción de la cultura del aceite, en consonancia con los valores expresados.