Cultivando Salud
Maridaje ser humano y AOVE
Sobre todos estos asuntos, se debatió ayer en la sesión científica que contó con algunos de los mayores especialistas en este campo, como Manuel Bueno, que habló del aceite de oliva en los países mediterráneos; Carmen Dobarganes, quien disertó acerca de los aspectos químicos y de composición del aceite de oliva relacionados con sus efectos beneficiosos para la salud; Francisco Pérez Jiménez, que incidió en la relación entre el aceite de oliva, la nutrigenómica y la salud cardiovascular; y Jordi Salas, que presentó el estudio Predimed, que ha certificado el efecto beneficioso de la Dieta Mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra sobre el riesgo cardiovascular.
En el estudio Predimed, publicado el 23 febrero de 2013 en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine se demuestra la eficacia de una Dieta Mediterránea enriquecida con aceite de oliva, y también con nueces, en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular y sus consecuencias (ictus, infartos de miocardio). Sin embargo hay evidencias científicas inequívocas de que la ingesta de aceite de oliva, sobre todo el virgen extra, contribuye a reducir sustancialmente la mortalidad en personas con riesgos cardiovasculares. El consumo de aceite mejora los niveles del colesterol llamado ‘malo’ (LDL-C) e incrementa el ‘bueno’ (HDL-C), es antiinflamatorios, antitrombogénicos y de mejoría de la función vascular porqué es rico en ácido oleico y pobre en ácidos grasos, pero también a otros componentes importantes menores, como tocoferoles, vitamina E y polifenoles, entre otros, que combaten la oxidación progresiva de los tejidos.
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