Cultivando Salud
Cultivando Navidad
Padre
dorado que
estáis en to-
das partes y que
reposáis en el sol
y en la tierra santa.
Dadnos la inteligencia
de vuestras formas y el
amor de vuestro Ser. Borrad
nuestra mancha, sacadnos del
barro en el que hemos caído.
Hacednos semejantes a la Santa
Madre y engendradnos en el amor
perfecto. Padre oculto y muy evidente.
Poseedor de la luz eterna. Creador má-
gico de los mundos. Curad nuestros cuerpos,
apaciguad nuestras almas, liberad nuestros es-
píritus. Hacednos herederos de la gloria donde
brillan vuestros hijos bienamados. Hacedlo, Señor.
Madre brillante que estáis en todo y que transfor-
máis las estrellas y el mar. Concedednos el secre-
to de vuestra luz y el amor de vuestra pureza.
Bautizadnos en el agua y en el fuego divinos,
y recibidnos en vuestro seno viviente. Ma-
duradnos hasta la perfección del amor.
Madre luminosa rodeada de tinie-
blas. Substancia de la vida y ma-
nantial de la felicidad. Simiente
benéfica de Dios. Nutrid nues-
tros cuerpos, apagad la sed
de nuestras almas, ilu-
minad nuestros espí-
ritus. Mostradnos
la ruta que condu-
ce al Sol bien-
amado. La-
vadnos. Ma-
dre santa.
(Louis Cattiaux)
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